Cambios en el alto mando de empresas privadas
En los últimos años se han producido cambios en las presidencias...
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Luis Hernán Paúl
En los últimos años se han producido cambios en las presidencias y gerencias generales de varias empresas en Chile. En algunos casos los ajustes han involucrado la salida por razones de edad de personas que han dirigido exitosamente empresas por largo tiempo y su reemplazo por profesionales también destacados pero más jóvenes. En otras compañías los cambios se han gestado para llevar a posiciones de directorio a ejecutivos que cumplieron su ciclo y reemplazarlos por personas con mayor proyección. Pero también hay casos de cambios gatillados directamente por problemas de desempeño.
La decisión de hacer un cambio de gerente general es sin lugar a dudas una de las medidas más importantes que le corresponde tomar a los directorios. En Chile, eso sí, ésta es una decisión que en muchas empresas llega a los directorios más o menos predefinida por sus dueños y/o accionistas controladores.
Ahora, es un hecho que los gerentes generales cada vez duran menos en sus cargos. Los estudios existentes a nivel internacional muestran que entre las 2.500 compañías más grandes del mundo, en los últimos 10 años ha aumentado de 11,2% a 14,3% el porcentaje de empresas en las que cambia el gerente general cada año o lo que es equivalente su permanencia media en el cargo ha decrecido de 8,1 a 6,3 años. A nivel local los estudios existentes muestran que se está dando la misma tendencia, aunque la permanencia media en el cargo de 7,6 años es todavía algo mayor que afuera.
Pero pareciera que la mayoría de los dueños, controladores y directorios no han tomado debida nota de esta situación, porque son inexistentes o mínimas las medidas que éstos están adoptando frente al riesgo de que tengan que efectuar un cambio de su ejecutivo principal. Este es un tema que normalmente lo abordan cuando el gerente general sale, lo cual es peligroso, ya que las sucesiones mal planificadas se traducen a menudo en mal desempeño, lo que a su vez genera mayor rotación de gerentes e inestabilidad en las empresas.
Por lo mismo es que se recomienda que los directorios, sin perjuicio que estén conformes con el desempeño del gerente general, se adelanten y analicen el tema de la sucesión cada cierto tiempo. La idea es analizar qué se puede hacer ahora y a futuro para que la empresa esté mejor preparada en caso que se dé este evento, ya sea por voluntad del ejecutivo, del directorio o de un evento trágico.
Con este objetivo una primera iniciativa es evaluar si existen potenciales reemplazantes dentro de la empresa. Ello es posible que ocurra especialmente en las empresas grandes en Chile. Incluso más, es algo que debiera buscarse como objetivo en las compañías que hace sentido hacerlo, para lo cual es importante impulsar desde el directorio el debido desarrollo de los gerentes con mayor potencial.
Ahora, fundamentalmente en razón del reducido tamaño que tienen la mayoría de las empresas en Chile, la situación anterior no es la más común. Lo usual son las empresas donde no hay gerentes o bien hay pocos con dicho potencial y se requiere por tanto acceder a personas fuera de la organización.
Cabe hacer presente que la opción de que el futuro gerente general sea alguien de la empresa presenta menores riesgos en la medida que tenga el potencial requerido, pero si éste no es el caso, conviene que el directorio lo tenga claro. De darse esta situación, lo recomendable es definir el perfil deseado, para que si llega a ser necesario buscar un nuevo ejecutivo principal, no haya que partir de cero. Asimismo es útil contar con un head hunter que conozca razonablemente bien la compañía, para que cuando llegue el minuto, pueda buscar rápidamente candidatos externos y compararlos con los candidatos internos.
Estas iniciativas conviene realizarlas con el apoyo del gerente general, quien debiera adoptar una actitud constructiva frente al tema, si tiene debida consideración de la importancia que ello podría tener para la empresa.